Obteniendo 4 de los 7 puntos posibles, los valencianos se verán las caras frente a lo andaluces en semis
La mañana ya prometía emociones fuertes, y es que veíamos como el primer punto en juego se empezaba a decantar del lado opuesto a los intereses valencianos. Finalmente, templando los nervios, tirando de oficio y confiando en su juego, Javier Balbastre y José de la Concepción, lograban el punto mañanero que igualaba la contienda, pues el partido de Santiago Juesas y Alejandro Rodríguez, no acababa de salir como a nosotros nos hubiera gustado.
Tocaba volver al campo de prácticas, hidratarse, motivarse, hablar con los compañeros y también comer algo antes de los enfrentamientos individuales.
En el primer partido no acababa de acompañar la suerte, y serían los catalanes quienes golpearan primero, un golpe duro, ya que sería literalmente cuestión de minutos, que se certificara también, la derrota valenciana en el segundo individual en ese mismo hoyo donde se perdía ese primer partido.
Entonces tocaba apelar a la tranquilidad, al sosiego, a la confianza. Una confianza que siempre ha caracterizado al equipo valenciano en los mejores y peores momentos, porque estábamos arriba en dos partidos, y en el tercero, las cosas empezaban a salir.
Santiago Juesas, el que siempre aparece, apareció para ganar su partido por 4/2.
3 a 2 en el marcador, dos partidos en juego, y no se podía fallar, los chicos lo sabían. Es entonces cuando José de la Concepción embocaba un putt kilométrico en el 15 para empatar su partido, y ya os podéis imaginar. ESTALLA LA LOCURA.
De ahí en adelante un «chaval» de 17 años tiene que gestionar por un lado la adrenalina, por otro, la presión y el peso de llevar semejante escudo en el polo, además de la responsabilidad de jugar con la ilusión de sus compañeros, a pesar de haber ganado ese primer punto mañanero. Pero «Conqui» tenía entre ceja y ceja su partido, un match que finalmente, no se le iba a escapar.
Por último estaba Carlos Abril, «Charly» para los amigos. El del Club de Golf Costa de Azahar nunca hace ruido pero siempre está ahí. Un jugador que maneja la presión a la perfección, con un juego largo infalible y con un juego corto incluso aún más fino, Charly no podía fallar, no era el momento para hacerlo, y adivinen. ¡NO LO HIZO!
ESTAMOS EN SEMIS