Además de para agradecer los servicios prestados por parte de Juan Vilar a esta Federación, los Árbitros de la Comunidad Valenciana se reunieron ayer después de un largo parón de casi 6 años para llevar a cabo un reciclaje práctico de «rulings» para homogeneizar procedimientos en campeonato
Imagen de todos los Árbitros durante el día de ayer
Muy posiblemente, todos los que estáis ahora mismo leyendo este escrito hayáis coincidido con Juan Vilar en algún torneo federativo. También muy posiblemente hayáis recibido algún «ruling» por su parte, y si no es así, buena señal.
Ayer se despedía oficialmente a un hombre de golf, a una maravillosa persona que deja la labor del arbitraje tras más de 25 años. Al darle las gracias, Juan, tranquilo, humilde como es él, añadía: «No se merecen, he hecho algo que me ha encantado durante mas de 25 años, me llevo muchos recuerdos y anécdotas. Parece que fuera ayer cuando a finales de los 90 me convertí en Árbitro Autonómico, y en 2004 en Árbitro Nacional. He arbitrado multitud de Campeonatos de España de aficionados, Internacionales senior y un sin fin de torneos más, aunque bien es cierto que nunca pude viajar dado que mi profesión no me lo permitía. Así y todo he disfrutado haciendo lo que más me gustaba».
También nos ha comentado el motivo por el cual se inició en el mundo de las reglas. «Entré por casualidad, resulta que en uno de mis primeros campeonatos, en el hoyo 8 del Club de Golf El Bosque, un jugador golpeó su bola con el putt y fue a parar en el agua. El jugador cogió la bola, la repuso donde estaba y el marcador lo tachó de tramposo, que como eran estacas amarillas tenía que irse al otro lado. Conclusión, me acabaron dando la partida. ¡Imagínate cómo me pusieron! Desde ese momento me dije que no podía jugar a esto sin conocer las reglas, que por cierto, acabaron encantándome. En definitiva, arbitrar es muy bonito, especialmente hacer el setup por la mañana a primera hora, con esas luces, solo, viendo la naturaleza, contemplando animales que la gente no sabe ni que están; es mágico. Ahora… a ver qué nos depara la vida» concluyó.
Alfredo Martínez junto con Juan Vilar
