Con un resultado acumulado de 15 a 15, a España se le resiste el triunfo en Worplesdon Golf Club (Woking, al sureste de Inglaterra)
La competición, que se disputa de forma bienal desde el año 85, únicamente había visto al combinado nacional levantar la copa de campeones en dos ocasiones (2005 y 2013). En el año 2015, el torneo pasó a ser mixto cediendo España en cada uno de los encuentros desde entonces, tres debido a la pandemia.
En esta ocasión el panorama ha sido bien diferente y el dominio de nuestros jugadores no tardó en hacerse de notar. Ayer, los foursomes de la mañana sonrieron a España, dominante en tres de los partidos siendo uno de ellos el de Carlos Abril, emparejado junto a Alejandro Aguilera (1UP). El resultado a falta de los diez individuales nos era ya favorable 3,5-1,5.
En los individuales el ánimo no decayó y lejos de ceder algún punto, los españoles consiguieron sumar la mayoría de ellos nuevamente, 5,5 de los 10 posibles, con victoria de Cloe Amion incluida.
Con un resultado total de 9 a 6 y habiendo conseguido ventajas claras en uno y otro formato, hoy tocaba rematar el trabajo.
Ya desde el principio de la jornada final, los emparejamientos foursome comenzaron a adoptar un claro color rojo y gualdo, sin embargo, tomar la delantera de forma tan prematura no tiene por qué ser sinónimo de victoria. Los partidos comenzaron a complicarse y aquellos en los que la ventaja era mínima, empezaron a teñirse de color rojo inglés en el marcador. Es entonces cuando saltan las primeras alarmas. Como no podía ser de otra manera, los locales reaccionaban.
A pesar de ese arreón británico generalizado a mediados de las vueltas (hoyos 9 al 11 en tres de los cinco partidos), los españoles supieron gestionar la presión para terminar 3,5 a 1,5 a favor de nuestros intereses (7,5 a 12,5 en el total).
Así pues, daban comienzo los individuales finales donde de nuevo hubo 10 puntos en juego; unos necesitados de un milagro, algo así como el de Medinah, y otros seguros y con la confianza rebosante tras no haber cedido en ninguno de los tres asaltos anteriores.
Pero la sorpresa se daba cuando a medida que avanzaba la tarde, los partidos iban decantándose del lado británico, tanto es así, que de los primeros ocho partidos, perdíamos cinco y empatábamos tres.
Cloe Amion fue la única en conseguir la victoria y evitar el desastre; su punto resultó ser decisivo para que España no cediera.
Final, 15 a 15 con los ingleses reteniendo la copa.