Josele Ballester a la izquierda, Jon Rahm en el centro y David Puig en el extremo derecho

Si bien el Masters significa el comienzo espiritual de la primavera para muchos, el follaje ardiente en el otoño junto con algunos de los mejores equipos masculinos y femeninos de la nación (EEUU) iban a estar en plena exhibición en The East Lake Cup, que daba comienzo el lunes en el venerable club en Atlanta al que Bobby Jones, tiempo atrás, llamó hogar.

Ahora en su octavo año, The East Lake Cup presenta a los mejores equipos de los campeonatos de golf masculino y femenino de la NCAA del año anterior. Aunque en este caso, vamos a centrarnos en el golf masculino.

El field masculino de este año está compuesto por el campeón defensor de la NCAA Texas, el subcampeón nacional Arizona State junto con los semifinalistas Vanderbilt y Pepperdine.

Siguiendo el modelo de los Campeonatos de la NCAA, el formato consiste en una ronda de apertura de juego por golpes para coronar a un campeón individual masculino y femenino y determinar la siembra para los siguientes dos días de competición de juego por hoyos.

Estado de Arizona:

Los Sun Devils estuvieron a punto de ganar el campeonato nacional el año pasado, cayendo ante Texas, 3-2, en su propio «patio trasero» en Grayhawk Golf Club en Scottsdale. ASU (Arizona State Univ) ha contado en gran medida con Preston Summerhays, Josele Ballester y Ryggs Johnston para compensar las pérdidas de Cameron Sisk, James Leow y David Puig, quienes dejaron el golf amateur para unirse al LIV Tour. Los resultados de otoño han sido positivos. Una gran actuación en el Maui Jim Invitational (2), el Fighting Illini Invitational (4º) y el Ben Hogan Collegiate Invitational (t-3) han llevado a los Sun Devils al segundo lugar en las últimas clasificaciones de Golfweek/Sagarin.

Ahora bien, tras superar la fase Stroke Play el pasado lunes como el cuarto mejor con -2, Josele Ballester afrontaba los emparejamientos de semifinales con confianza e ilusión, unos match que acabaron cayendo del lado de Arizona, la Universidad en la que milita, donde sí, Josele sumaba su punto tras vencer por 3&2 ante L. Gifford.

Lograda la victoria contra Pepperine, a Josele le tocaba disputar nuevamente una final y en esta ocasión iba a ser contra Vanderbilt.

El primer y último de los cinco partidos en juego se decantaban a favor de los intereses de Ballester, mientras que los otros dos emparejamientos igualaban la contienda; es entonces cuando toda la responsabilidad recae sobre Josele.

Su partido, aparentemente solventado llegados al hoyo 10 con un marcador favorable de 4UP, dio un vuelco radical en el hoyo posterior cuando Josele tuvo que encajar birdies de su contrincante en 11, 12 y pares con los que se ganaría el hoyo en 14 y 15. El empate se mantendría hasta el 18, Par 5 en el que Josele no lograba convertir el birdie y en el que su compañero competidor conseguía firmar el cuatro decisivo en la tarjeta.

PD: El evento estuvo televisado a través de la cadena norteamericana Golf Channel.

¡GRANDE JOSELE!