El torneo ha tenido lugar en el Real Club de Golf de Pedreña los días 17 y 18 de mayo y ha reunido a un total de seis valencianos

 

Coque García (izq) y Ángel Sartorius (dcha)

Sesenta parejas componían la competición y al final ninguna de ellas ha podido destronar al que es sin duda uno de los mejores jugadores seniors de nuestro país a nivel amateur. El golfista del Club de Golf Escorpión suma un nuevo triunfo para el golf valenciano aunque la realidad es que lo ha tenido que sudar.

Es indiscutible que tanto él como su compañero Ángel Sartorius han jugado de verdadero escándalo (ahora lo analizaremos), un Sartorius (HCP -0,3) que por cierto, cuenta con un bagaje increíble en torneos de esta índole.

Hemos hablado con Coque y contento comentaba que el primer día resultó ser un recital de birdies, una de esas jornadas en las que todo cuadra. García comenzó enchufado, certificó seis aciertos, cuatro en el caso de su compañero, que sumados a un error mínimo hacían un impresionante -9 que ni ellos mismos imaginaban que nadie pudiera alcanzar, pero no fue así. Terminaban la modalidad de la primera jornada, Mejor Bola, como segundos en solitario.

Hoy y después de contar con ventaja suficiente con respecto a los terceros clasificados, todo indicaba a que iban a jugar un match primeros y segundos por el campeonato desde la modalidad Greensome (golpes alternos), y Coque, lejos de salir a especular, pegaba un «pincho» en el primer hoyo que igualaba la contienda. Firmaban el birdie para empezar y metían presión.

Desde ahí fue un toma y daca constante donde llegados al hoyo 17 todo marchaba, tal y como Coque comentaba, «ALL SQUARE», es decir, estaban empatados y en situación de «perder el hoyo» o por lo menos un valioso golpe, pero supieron superar ese escollo que seriamente podría haber comprometido su campeonato, salvaban el par, tocaba seguir.

Turno de jugar el 18 donde Coque cogía calle, pero un segundo no tan certero obligaba al valenciano a dejarla muy cerca (desde unos 27 metros a un green que recibía en cuesta bajo) si querían tener una opción. El resto, el resto es ya historia del golf, el approach terminó a un metro, Ángel embocaba y el triunfo se consumaba en el campo que vio crecer a un tal Severiano Ballesteros.

¡Mágico!