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(Castellano) El Golf llega al centro penitenciario de Villena, Alicante

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La iniciativa de incorporar nuestro terapéutico deporte entre los internos nace gracias a Gloria Cardell, madre de una de nuestras prometedoras jugadoras (África Oliva), y responsable del Dept. de Deportes del centro, que orquestó la jornada lúdica junto con la Dirección del Centro y la Subdirección de Tratamiento

 

 

Los múltiples beneficios que proporciona el Golf para con nuestra salud son ya bien conocidos por la inmensa mayoría de nosotros. Ayuda a reducir el estrés, favorece a la salud física y mental, contribuye a fortalecer las relaciones personales, y también se practica al aire libre, estando en todo momento en contacto con la naturaleza en un entorno cuanto menos, sanador.

Por todos estos motivos, se consideró que podría ser de mucha ayuda llegar a realizar lo que se denomina como “salidas terapéuticas responsables”, rompiendo estereotipos e inculcando los valores del golf entre los internos.

 

La primera de las salidas se produjo la semana pasada en el recorrido alicantino de El Plantío, donde un total de cinco hombres y dos mujeres pudieron experimentar de primera mano la sensación de realizar un swing de golf bajo la supervisión de Alfredo Borras, Director Deportivo de la PGA. Cabe destacar que tendrán acceso a estas jornadas todos aquellos que estén muy próximos a salir de permiso; por eso, se les propone la actividad, ellos mismos se inscriben, y desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (Madrid) se acepta la operación si así se estima.

 

Gloria Cardell, visiblemente contenta con la iniciativa cuando hablamos con ella, destacaba que: “Es muy curioso observar los diferentes patrones de conducta entre los internos, todos estuvieron en perfecta sintonía con el deporte y con los valores que promueve. No hubo altercados, subidas de tono o malos gestos, nada… Y mira tú por donde, a la jornada asisitió una señora mayor a la que generalmente siempre le duele algo, y bien, en esta ocasión pareció habérsele olvidado cualquier tipo de molestia. Desde que llegamos de nuevo al centro la frase que más escucho es la de <señorita, yo quiero jugar a golf>. Es maravilloso ver como lo pasaron genial, tenemos la obligación moral de introducirles a actividades de este tipo, buenas y sanadoras para que en definitiva, tengan un buen ejemplo”.

 

Un primer acercamiento al que muy posiblemente, le sucedan otros tantos más.